martes, 11 de mayo de 2010

He estado queriendo escribir

He estado queriendo escribir. De cómo quería conocer el mundo, sin dirección, si dinero, si destino, si futuro. De cómo quería vivir en Argentina, o en Chile, o en México. He estado queriendo escribir un libro que comencé el primer año de universidad, para terminar la historia de la poeta joven que fue a España y se enamoró. He estado queriendo escribir de como el sol me hace cosquillas en la cara, de cómo me hace sonreír, de cómo me da ganas de bailar. He estado queriendo escribir sobre la lluvia, sobre la primavera, sobre la nieve. He estado queriendo escribir sobre la pasión, sobre cómo me enamoro por estar enamorada, de cómo creo un amor perfecto cada semana, de cómo planeo mi vida y deshago todos los planes. He estado queriendo escribir acerca de mi primer amor, de mi último, del siguiente, de los próximos. He estado queriendo escribir sobre las sonrisas, de las miradas, de las conversaciones que invento en mi cabeza, de los sueños que traduzco. He estado queriendo escribir sobre el día que descubrí que el infinito tiene fecha de caducidad. He estado queriendo escribir frases al azar, sin rimas en los versos, obras de teatro y guiones de cine. He estado queriendo escribir sobre cualquier cosa que se mueve, sobre cualquiera brisa, sobre cualquier árbol, sobre cualquier puesta del sol. He estado queriendo escribir en varios idiomas, para las personas que se han ido, para mi madre, para mis abuelos. He estado queriendo escribir mil palabras para mis amigos de la infancia, para contarles cómo mi vida ha cambiado desde la última vez que nos vimos. He estado queriendo escribir sobre mis vacaciones en Porto Seguro en 1990, sobre el día que vi por primera vez a Brasil ganar la Copa del Mundo, sobre la primera vez que lloré por un hombre. He estado queriendo escribir sobre el día en que aprobé las pruebas para la facultad y el día en que he fallado. He estado queriendo escribir historias, entrevistas, cuentos, noticias, poemas. He estado queriendo escribir hasta que me canse el dedo, de líneas que no dicen nada a nadie. He estado queriendo escribir para expresarme, para tratar de encontrarme en las letras y para tratar de perderme en ellas. He estado queriendo escribir sobre todos los hombres que amé, y sobre todas las mujeres que fui.

He estado queriendo escribir y por eso sigo.

miércoles, 28 de abril de 2010

EL LADO OCULTO DE LOS EDPs

Vamos a ver... No, no, creo que no. Estoy CASI seguro de que no he hablado con nadie en nombre de la Escuela, así que puedo seguir adelante con esta descabellada idea. ¿Me acompañáis?
Si eres de los que ha experimentado un cambio radical en su vida, de los que de vez en cuando recuerdan a sus amigos porque hace demasiado tiempo que no pueden verles "in person"; si eres de los que se pasan el tiempo libre exprimiéndose el cerebro para encontrar un tema "de color", a sabiendas de que te crujirán hagas lo que hagas; si te has paseado por un estrecho pasillo intentando poner voz de rosa... Si eres de los que sienten la adrenalina subir cuando has hecho una entrevista; si te pasas varias horas cada día en un mar de líneas para contar un juicio o un suceso; si una parte de tu energía se concentra en conseguir trabajar con una terrible red de ordenadores... No hay duda: eres un EDP.
Y nos gusta. Puede que no tengamos tiempo y que apenas desconectemos. Puede que a veces sea un poco duro. Y puede también que, a veces, el panorama que nos espera cuando salgamos de la Escuela nos lleve de cabeza al Campeón, a desahogarnos con unas cervezas. Pero nos gusta. Creemos en ello, en nosotros, en la historia que aún no existe pero que mañana sin lugar a dudas veremos reflejada en nuestras pantallas. E incluso nos daremos cuenta de que "no sabíamos que lo sabíamos". Creemos en el orgullo de SER periodistas, en la plenitud de comunicar, de descubrir, de contar. Queremos entretener e informar. Aprender y enseñar. Y queremos, en el camino, no olvidar que hay vida más allá del Máster.
Pensamientos. Vídeos. Fotos. Exposiciones. Viajes. Conciertos. Cenas. Salidas (¡hasta eso es ya difícil!) de viernes. Y de sábado. ¡Ah! Y cine. Sobre todo, experiencias. Cualquier cosa que nos ayude a disfrutar de ese lado de la vida que nada tiene que ver con Miguel Yuste, 40. Así que, sin saber si va a funcionar, ahí dejo la pelota: esta bitácora que revele ese lado oculto que tiene todo EDP (cada cual verá lo que revela, jejejeje).
Un saludo muy cordial a todos y todas.